Está comprobado que el estrés puede terminar por desgastar nuestro cuerpo. Cada persona lo manifiesta de forma diferente; algunos con dolores abdominales, otras personas con jaquecas o dolores de espalda.
Pero no es de tan amplio conocimiento que el estrés afecta directamente la salud de nuestros dientes y boca. La forma más concreta en que el estrés afecta nuestros dientes, es con el bruxismo; el rechinamiento de los dientes como consecuencia de liberación de tensión.
El bruxismo no tratado puede provocar grandes problemas en nuestros dientes. Poco a poco, las piezas dentarias se van desgastando, siempre en un lado más que en otro. Y así surgen los problemas de mordida, ocasionando fuertes dolores articulares, disfrazados como de “jaqueca”.
El bruxismo es inconsciente y la mayoría del tiempo uno no se da cuenta que está apretando y rechinando los dientes. Es mucho más frecuente durante el sueño.
Una buena forma de proteger nuestros dientes si estamos atravesando una etapa estresante; ya sea cambio de casa, de trabajo, exámenes, entre otros, es acudir a una evaluación con un especialista de rehabilitación oral para que planifique comenzar un tratamiento con un plano oclusal. Este plano NO va a disminuir el bruxismo, pero sí protegerá nuestra mordida y disminuirá en gran parte las molestias articulares.
Lo otro que hay que tener en cuenta cuando uno se siente estresado es la alimentación. ¿Y qué tiene que ver con los dientes, te estarás preguntando? Bueno, la verdad, mucho. La dieta alimenticia juega un papel muy importante en la salud de nuestra boca también.
Cuando estamos estresados, solemos apegarnos a una dieta des-balanceada; exceso de azúcares simples y/o falta de nutrientes importantes. Ambos contribuyen al desarrollo de caries. La caries produce una desmineralización del diente por la acidez de la placa bacteriana. Si no acudimos regularmente al odontólogo, esas caries pueden convertirse en algo más complejo y requerir de un tratamiento conducto (endodoncia) para salvar la pieza.
Así que ya sabes; acudir a limpiezas dentales al menos cada 6 meses es primordial, sobre todo si estás pasando por una etapa más estresante en tu vida.