Mira tu lengua en el espejo. Si ves que la envuelve una capa blanquecina y amarilla, eso es sarro. Todos los días, las células escamosas de la boca, además de la saliva, restos de alimentos y bacterias circulan en la boca y se depositan en el fondo de la lengua. Y es que tener sarro es normal y se forma en la lengua de la mayoría de la gente, según la dentista Arany Tunes, especialista en el diagnóstico y tratamiento del mal aliento.
Lo que no es normal y no puede suceder es que la suciedad permanezca en el fondo de la lengua pues, de esa manera, las bacterias se alimentarán de las proteínas de los restos de comida. Eso causa la liberación de azufre en forma de compuestos de azufre volátiles (CSV), que son exactamente los gases que causan el mal aliento.
Pero, ¿por qué el sarro es el principal enemigo de la halitosis? Aproximadamente un 90% de los casos de mal aliento se originan en la boca, y la saburra está presente en casi todos. La falta de higiene, cambios salivales y el estrés (que provoca sequedad en la boca) son algunas de las principales causas.
La principal defensa contra el sarro es la higiene bucal correcta. No sólo con el cepillo de dientes, sino con raspadores linguales. “Usarlos es muy sencillo. Colócalos en el fondo de la lengua y empújalos hasta la punta. Repite el mismo movimiento cerca de 20 veces”, explica Alenio Calil Mathias, vicepresidente de la Sociedad Brasileña de Estudios de Halitosis.
Consejos que ayudan
Además de la higiene bucal, otros hábitos diarios contribuyen a mantener alejado el sarro de la boca:
1. Toma dos litros de agua al día para mantener la boca siempre limpia.
2. Evita comidas muy pastosas.
3. Tomar el sol ayuda en la activación de la vitamina D, que previene la descamación excesiva de las células de la boca.
4. Evalúa si la prótesis dental o el aparato bucal te están lastimando la boca.
5. Evita el estrés, que puede cambiar la salivación y aumenta la probabilidad de desarrollar sarro.
Fuente: terra.cl/saludbucal