La primera visita al odontopediatra debe ser a los 2 años, principalmente para conversar con los papás sobre el manejo de hábitos, tales como mamadera, chupete, rutina de cepillado, etc., de manera de poder orientarlos para evitar que los malos hábitos continúen y así no tendrán problemas dentales en un futuro. También se controla que no hayan caries.
Luego a los 4 años se realiza fluoración, sellantes, se refuerzan los hábitos de cepillado.
Hasta los 14 años los niños se atienden con un odontopediatra, luego ya están en condiciones de atenderse con un dentista de adultos.
Un aspecto importante que debe manejar el odontopediatra, son los miedos o ansiedades de los niños con la visita al dentista.Para esto es fundamental trabajar con los padres, para que estos no transmitan ningún terror ni ansiedad. La prevención por lo tanto ocupa un rol fundamental, ya que al niño ir de forma periódica al dentista, establecerá un lazo con su dentista y evitará patologías mayores.