Los dientes de leche (dentición decidua, dentición infantil o dentición primaria) son el primer juego de dientes de los niños. Ellos son sustituidos por dientes permanentes, y por esto muchos padres creen, erróneamente, que no necesitan cuidados, ya que algún día se van a caer. Sin embargo, estudios indican que cuanto más temprana es la higiene bucal, menor es el riesgo de desarrollar enfermedades orales a lo largo de la vida.
Aunque los dientes de leche siempre terminan cayéndose para dar lugar a los definitivos, es importante protegerlos para evitar el aparecimiento de caries e infecciones que pueden perjudicar las encías y generar complicaciones posteriores. Según informa la Academia de Odontología General (AGD), los cuidados con la dentadura deben desarrollarse cuando el bebé tiene alrededor de cuatro meses, es decir, cuando deja la lactancia y empieza a tomar papillas y otras comidas.
De los primeros dientes…
Cuando empiezan a salir los primeros dientes, se recomienda limpiarlos con un algodón o paño húmedo. A medida que su número aumenta, se debe usar un cepillo suave y pasta dental especial para niños, pues los productos para adultos, que contienen mucho flúor, pueden generar manchas en los dientes de los chicos.
La dentición se completa entre los 2 y 5 años de edad. A partir de ese periodo es importante centrarse en la prevención y diagnóstico precoz de enfermedades dentarias y alteraciones en el sistema masticatorio que impiden el crecimiento normal y desarrollo de los maxilares. En cuanto a la primera visita al odontólogo, la Academia Americana de Odontología Pediátrica (AAPD) aconseja que sea realizada alrededor de seis meses después de que aparezcan los primeros dientes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 60 a 90% de los escolares de todo el mundo tienen caries. Eso se debe al consumo excesivo de azúcar en los primeros años de vida, sumado a la falta de cuidado con la higiene bucal. La principal recomendación es evitar que el pequeño consuma productos dulces que permanezcan mucho tiempo en la boca, como caramelos, chicles y gaseosas.