¿Busca un arma adicional para combatir las caries dentales en su hijo? Considere los selladores dentales.
El cepillado de dientes y uso de seda dental cuidadoso ayuda a remover partículas de alimentos y placa de las superficies lisas de los dientes, pero los cepillos dentales no pueden llegar hasta las depresiones y ranuras para extraer los alimentos y la placa. Los selladores pueden ayudar a proteger estas áreas vulnerables al “sellar y dejar fuera” la placa y los alimentos.
Un sellador dental es un material plástico que usualmente se aplica a las superficies de los dientes posteriores – premolares y molares – con las que se mastica. La resina plástica se adhiere en las depresiones y ranuras de las superficies de los dientes posteriores con las que se mastica y actúa como una barrera, protegiendo el esmalte de la placa y de los ácidos.
En un estudio reciente publicado en Revista de la Asociación Dental Americana, los programas de aplicación de selladores dentales en las escuelas fueron alabados como un enfoque efectivo de salud pública para prevenir una enfermedad dental.
Los dientes que serán sellados se limpian y luego las superficies para masticar se hacen ásperas con una solución de ácido para ayudar a que el sellador se adhiera al diente. El odontólogo aplica una capa al esmalte del diente, en donde se adhiere directamente al diente y se endurece.
Siempre y cuando el sellador permanezca intacto, la superficie del diente estará protegida de la caries. Los selladores resisten bastante bien la fuerza del masticado normal y usualmente duran varios años antes de que se necesite una reaplicación. Durante su visita regular al consultorio del odontólogo, éste revisará la condición de los selladores y los reaplicará cuando sea necesario.