Existe el mito de que cuando una mujer se queda embarazada debe evitar el consultorio dentario para preservar la salud del bebé. Pero la verdad es que el cuidado dental durante el prenatal es importante por numerosas razones. La consulta con un especialista puede educar a las madres acerca de la salud oral de sus futuros hijos y ayudarlas a prevenir problemas que pueden aparecer, tales como la caries infantil. Además, los cuidados con la boca de la madre son fundamentales para prevenir enfermedades en los hijos.
No es exactamente la caries, pero la bacteria que causa esta enfermedad que se puede transmitir de la madre al bebé a través de lo que se llama la “transmisión vertical”, o sea, por medio de la placenta, por la exposición a la sangre o secreciones durante el parto o por la lactancia.
Por lo tanto, se recomienda a la madre tener una salud bucal perfecta para que no ponga en peligro la salud de su hijo. “En otras palabras, podemos decir que las caries pueden transmitirse de madre para hijo”.
Los mejores meses para visitar al dentista es entre el cuarto y el sexto mes de embarazo. “El primer trimestre es la fase más importante para la formación del bebé y los tres últimos son a menudo estresante e incómodos para la futura madre ir al consultorio dentario y someterse a intervenciones dentales”.
Además, algunos tratamientos dentales, tales como los rayos X y algunos tipos de medicamentos no son recomendados en determinados periodos de embarazo, y por eso informar al dentista sobre el embarazo puede hacer toda la diferencia a la hora del tratamiento. “En primer lugar, la gestante tiene que estar sana. La calidad de la salud de la madre influirá plenamente en la salud general del bebé”.
En la práctica, además de tratar posibles enfermedades, durante la consulta con un dentista una mujer embarazada puede hacer preguntas acerca de la lactancia materna, qué alimentos son los más adecuados para los primeros años de vida del niño, cómo mantener la correcta higiene de la boca del bebé, además de comprender sobre el nacimiento de los primeros dientes y los efectos de los elementos de succión, como chupetes y biberones.
Fuente:terra/saludental.com