Actualmente, todos estamos pasando por un momento complejo. Los cambios de la rutina normal; el trabajo, las clases, actividades sociales, entre otros, conllevan un aumento de la ansiedad y estrés en cada persona.
El organismo tiene diferentes formas físicas de evidenciar el estrés y un estado emocional alterado. Una de las más comunes, es el rechinamiento y apriete de los dientes, tanto de noche como de día. Esto se conoce como “bruxismo“, y afecta directamente tanto a los dientes como a los músculos maseteros (masticadores).
El bruxismo deja estragos muy molestos y dolorosos. En primera instancia, el cuello se tensa, aparecen dolores de cabeza y los dientes comienzan a desgastarse. Un 70% de la población mundial padece de bruxismo como consecuencia de estrés, según la OMS.
¿Cómo poder controlar el bruxismo?
Los efectos del bruxismo en los dientes se pueden reducir si se utiliza un plano oclusal (una placa transparente) a la medida por las noches. Ese plano evitará que los dientes se desgasten y pierdan su funcionalidad normal y estética.
En cuanto al dolor en la mandíbula y de cabeza, el Dr. Alberto Rosenberg, especialista en Periodoncia e Implantología, recomienda aplicar calor localizado. Puede ser con una toalla húmeda tibia, o bien con un guatero de semillas. Si el dolor persiste luego de aplicar calor, se puede tomar un analgésico.
Ojo, ¡no es bueno abusar de remedios! Por eso, es importante que si el dolor sigue a través del tiempo, acudas a un especialista.
¿Qué ocurre si el bruxismo no se trata a tiempo?
Un bruxismo muy avanzado y no tratado, lo más probable es que desencadene a un Trastorno de la Articulación Temporomandibular (ATM). La ATM funciona como la bisagra que une la mandíbula con el cráneo. Este trastorno tiene como consecuencia severos dolores de cabeza, de cuello y una movilidad muy reducida al masticar (comer), provocando un chasquido y/o atascamiento de la mandíbula.
¿Se puede curar?
Cada cada es diferente, pero lo principal es que sea tratado a tiempo por un especialista. Se deberá hacer un tratamiento en base a planos oclusales y deprogramadores. Este tratamiento no otorga una cura de inmediato. Es necesario acudir a todos los controles que el especialista le indique y ser muy riguroso con el uso de las placas.
Ahora bien, en algunos casos, el especialista le podría sugerir la colocación de Toxina Botulínica en los Maseteros. Esto para que los músculos de la zona se “congelen” y no puedan seguir tensándose. El efecto de esto demora entre 2 a 3 días en hacer efecto, y tiene una duración de aprox. 6 meses.
Otro tema a tomar en consideración, además de los tratamientos que el especialista le puede proporcionar, es a hacer actividades que ayuden a reducir el estrés. Se recomienda hacer ejercicio, llevar una vida saludable y equilibrada.