La higiene bucal comienza desde la gestación. Cuando la madre va a controles y se asegura de tener una salud bucal óptima. También es conveniente que el papá tenga la boca en muy buen estado. De esta manera, si nosotros nos cuidamos, lo mejor que le podemos enseñar a nuestros hijos de forma respetuosa es a través del ejemplo. Si el niño ve siempre a sus papas cepillándose y cuidándo al bebe desde que nació, para él el cepillado no es ningún trauma, es algo normal. Introducimos el hábito a través del ejemplo, y luego, desde que nace el niño, es conveniente comenzar a limpiar, de manera muy suave, enseñarle a cuidar su cuerpo para estar bien. Hay distintos tipos de cuidado de acuerdo a la edad del nino. La primera higiene se realiza con una gasa de algodón suave, humedecida en agua potable. Entonces se envuelve el dedo índice y masajeamos muy suavemente las encías del bebé y recorremos toda su boquita limpiándole. Esto se hace antes de que aparezcan los primeros dientes, desde el nacimiento. Luego se comienza con distintas técnicas de cepillado y hay que ir cambiando el cepillo cada cierto tiempo.
Fuente: chilecrececontigo.cl