¿Estás pensando en hacerte un blanqueamiento dental? Aquí podrás enterarte sobre lo que trata y su cuidado posterior para que perdure en el tiempo. Diente blancos, ¡aquí vamos!
El objetivo del blanqueamiento dental es eliminar manchas externas de los dientes provocadas por alimentos, como por ejemplo el café y té, y excesos como el cigarro.
Los dientes tienen pequeñísimos poros que van absorbiendo a lo largo del tiempo todo ese tipo de agentes externos y eso va contribuyendo a su despigmentación.
Ahora bien, ¿en qué consiste específicamente el blanqueamiento? El odontólogo utiliza un gel de peróxido de hidrógeno (agente blanqueador) que coloca alrededor de los dientes y potencia con una luz intensa. En la primera sesión ya se puede ver notoriamente un cambio de color.
El blanqueamiento puede producir un aumento en la sensibilidad de los dientes. Por eso, inmediatamente después de realizarlo el paciente no tiene recomendado tomar algo demasiado frío o demasiado caliente.
Es importante, además, saber cómo cuidar el blanqueamiento para que perdure en el tiempo. Lo primero que debes saber es que lo mejor para mantener los dientes blancos es dejar el cigarro, o al menos disminuir su consumo.
Segundo, después de cada vez que tomes café o té es recomendado enjuagarse la boca al menos con agua. Y si es posible, hacer un cepillado rápido.
Tercero, realizarse una limpieza profunda cada 6 meses ayudará muchísimo a mantener los dientes sanos y blancos.
Recuerda que en la Clínica Alberto Rosenberg tenemos disponible para ti un plan dental que tiene alta cobertura en diferentes tratamientos, incluyendo el blanqueamiento. ¡Te invitamos a visitarnos!