Los odontólogos están en la posición única de asesorar a los pacientes acerca del uso de tabaco y de ofrecerles consejos y apoyo. Con frecuencia, los efectos del tabaco aparecen primero en la boca y garganta, los cuales pueden incluir cáncer oral; enfermedad periodontal (de las encías); cicatrización lenta después de una extracción dental o una cirugía; menos opciones para algunos tipos de cuidado dental (tal como los implantes dentales); mal aliento; dientes y lengua manchados y una disminución del sentido del gusto y olfato.
Los consumidores de tabaco tienen aún más incentivos para dejar el hábito: según la American Dental Association (ADA, Asociación Dental Estadounidense), fumar podría ser la causa de casi 75 por ciento de las enfermedades periodontales entre los adultos. Esto es digno de notar ya que los estudios recientes han sugerido que la enfermedad periodontal está relacionada con afecciones como la enfermedad cardiaca. Los productos de tabaco dañan los tejidos gingivales al afectar la pérdida de inserción del hueso y del tejido blando. Un ejemplo del efecto es la retracción de encías—la retracción de las encías expone la raíz de los dientes y aumenta su riesgo de desarrollar una sensibilidad a lo frío o caliente, o a la caries dental en estas áreas sin protección.
Según la ADA el tabaco libre de humo (de mascar) y los puros tampoco son alternativas seguras para sustituir los cigarrillos. Por lo menos 28 químicos que causan cáncer han sido identificados en los productos de tabaco libre de humo. El tabaco libre de humo es conocido por causar cáncer de boca, labios, lengua y páncreas. Los consumidores de esta clase de productos también pueden estar en riesgo de padecer cáncer de laringe, esófago, colon y vejiga, ya que ellos ingieren algunas de las toxinas en el jugo producido al utilizar tabaco libre de humo.
El tabaco libre de humo puede irritar sus tejidos gingivales, causando la enfermedad periodontal y, con frecuencia, se agrega azúcar para acentuar el sabor del tabaco libre de humo, aumentando el riesgo de la caries dental. Típicamente, el tabaco libre de humo también contiene arena y gravilla, los cuales pueden desgastar sus dientes. Incluso los consumidores de puros que no inhalan el humo del mismo se encuentran en riesgo de padecer de cáncer oral y de faringe (garganta).
Existen varios métodos para dejar de fumar. Si tiene dificultad para dejar de fumar, puede que aún no haya identificado la solución perfecta. A continuación se enumeran algunos consejos de la ADA:
- Fije una fecha para dejar de fumar y aténgase a ella. Escoja un momento de “bajo nivel de estrés” para dejar de fumar.
- Consiga el apoyo de su familia, amigos y compañeros de trabajo.
- Pregunte a su dentista o médico sobre la terapia de reemplazo de nicotina para utilizar en los intentos de cesación. Utilizar estas medicinas puede duplicar sus oportunidades de dejar de fumar por siempre.
- Remueva el tabaco y parafernalia de tabaco de su hogar, oficina y automóviles.
- Busque ambientes libres de tabaco para disminuir sus tentaciones.
- Ejercítese. Esto puede hacer que se sienta mejor consigo mismo y con su decisión de dejar de fumar.
- Cuando ansíe el tabaco—ponga en práctica el método de los 4 pasos (Demorar—el deseo de fumar pasará en 5 a 10 minutos; Beber agua—esto ayudará a eliminar las toxinas de su cuerpo; Hacer algo más—distráigase estando activo; y Respirar profundo—las inhalaciones y exhalaciones profundas son relajantes).
- Prevea los problemas y tenga un plan realista para lidiar con sus desafíos.
Fuente:ADA