Si bebes poca agua tu salud dental está en riesgo

Beber una buena cantidad de agua todos los días tiene múltiples beneficios para nuestra salud. Y si no tomas lo suficiente el cuerpo comenzará a avisar: Tu piel lucirá más seca, puedes sufrir fatigas, migrañas, problemas para ir al baño regularmente (estreñimiento), fallos cognitivos (¡afecta directamente a tu cerebro!) y mal aliento.

Ahora bien, seguramente ya sabías algunas (¡o todas!) de esas cosas. Pero lo que probablemente no sabes es que la escasa ingesta de agua te está afectando directamente a tu salud bucal.

Aquí te decimos por qué:

1. Te falta flúor

Hoy en día el agua tiene una buena cantidad de flúor, por eso es que los adultos no necesitan aplicación de flúor en el dentista (a diferencia de los niños que necesitan más). Si no tomas agua, tus dientes se verán debilitados.

2. Caries y dientes gastados a la orden del día

Seguramente si no tomas (suficiente agua) es porque te estás “hidratando” con bebidas gaseosas o jugos. Si son con azúcar es aún peor porque son las aliadas perfectas para las caries. Y bueno, si no tienen azúcar igualmente son dañinas para tu salud bucal porque el pH, tanto de las gaseosas como de los jugos, es muy ácido y eso provoca un desgaste en el esmalte de tus dientes.

3. Te falta limpieza en tu boca

El agua limpia. Eso es un principio básico. Donde pongas agua, ésta cumplirá la función de limpiar. Así como ayuda a nuestros riñones a trabajar mejor, también ayudará a nuestra boca a deshacernos de restos de alimentos que van quedando entre tus dientes. Al beber agua durante el día estás contribuyendo a la limpieza (¡ojo que por ningún motivo reemplaza el cepillado dental tres veces al día!)

4. Tienes mal aliento

El cuerpo humano es complejo, pero en ciertas formas es muy sencillo. Si no bebemos suficiente agua, tendremos poca agua en nuestro cuerpo. Y si tenemos poca agua, no tendremos saliva suficiente. ¿Y qué pasa si no tenemos saliva en cantidades correctas? Se nos seca la boca, produciendo mal aliento. La saliva es la mejor barrera protectora de bacterias de tu boca. Si es escasa, ya puedes pensar lo que ocurre.

¡A tomar agua!