Existen muchos mitos y creencias sobre la salud dental. Y en verano, dado el clima y a las situaciones que nos exponemos, éstas incrementan.
Una duda muy común que llegan de algunos pacientes, sobre todo de padres preocupados por sus hijos, es si es que el cloro de la piscina y/o la sal del mar pueden afectar a los dientes, erosionándolos al contacto con el agua.
La duda va asociada al desgaste del esmalte de los dientes, en el caso que estemos muchas horas al día en contacto con cloro o sal de mar. Y aunque pareciera tener un poco de sentido, puedes estar tranquilo porque eso no ocurre.
Ni el cloro ni la sal de mar erosionan el esmalte de los dientes, aunque pases todo un día bañándote.
Sin embargo, en verano si es pertinente poner especial cuidado con la higiene dental, tanto de los adultos como de los niños. Esto, porque solemos consumir más bebidas y alimentos con azúcares, y que en exceso terminan afectando la salud de nuestra boca.
Para mantener una buena higiene, los especialistas de Clínica Dental Alberto Rosenberg recomiendan:
-Hacerse dos limpiezas al año (si es que no hay enfermedad periodontal)
-Para niños, aplicar flúor.
-Usar pasta dental con flúor.
-Mantener una buena higiene casera; al menos 2 veces al día cepillado dental, enjuague y uso de hilo dental.
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