A penas abres los ojos, sientes una presión en la sien, en la zona de la mandíbula y a veces hasta en el cuello. Tiendes a pensar que nuevamente estás sufriendo de jaqueca y acudes inmediatamente al ibuprofeno para funcionar durante el día. Pero, lo cierto es que hay una gran probabilidad de que estés siendo víctima del bruxismo.
Si no sabes qué es el bruxismo, te lo explicamos de forma sencilla: es el rechinamiento de los dientes de forma inconsciente, y se exacerba durante el sueño por la noche.
Esta es una acción que no hacemos voluntariamente y se produce como una descarga de tensión. En ciertas ocasiones acumulamos más tensión de lo normal, y los dolores pueden ser muy desagradables, sobre todo al despertar por la mañana.
Los dolores de cabeza y sien constante, ceño fruncido, molestias en el cuello e incluso dolores en la cara pueden llegar a ser tan desagradables, que comenzamos a sentir que durante la noche no descansamos y despertamos más agotados aún.
Si no hacemos algo al respecto, las consecuencias del bruxismo van desde provocarnos molestias en la musculatura mandibular y terminar por desgastar gravemente nuestros dientes.
Pero calma, existe una solución que te puede ofrecer tu odontólogo tratante y que podría atenuar los dolores. Se trata de un plano de relajación, que es una placa de acrílico hecha a la medida, la que se elabora a partir de un molde que se toma de nuestra mordida.
Es importante aclarar que el plano de relajación no va a eliminar el bruxismo, sino que su objetivo es protegernos de las consecuencias que se producen por culpa del rechinamiento de los dientes.
Su uso todas las noches ayudará a relajar la musculatura y, lo más importante de todo, es que evitará que los dientes se desgasten o se sigan desgastando.
Si notas que tus dientes, sobre todo los de más adelante, tienen sus bordes muy desgastados, te recomendamos que acudas a tu odontólogo para que te brinde una solución a eso también.
El bruxismo es algo bastante común y está estrictamente vinculado a nuestro estrés y tensiones, por ende, existen formas de poder mejorarlo de raíz. Te recomendamos practicar alguna actividad física que te ayude a relajar y evita mascar chicle o alimentos muy duros para no sobreexigir la mandíbula y antes de dormir.