Las vacaciones sirven para descansar, está claro. Mientras reposan los adultos, los niños en cambio se vuelven muy activos y pasan más tiempo en casa, a veces jugando y, por supuesto, comiendo más golosinas que lo normal. Y es que el consumo frecuente de dulces podría significar un gran dolor de cabeza para los papás al no estar tan pendientes de lo que comen los pequeños. Esto es lo que dicen los especialistas para afrontar este periodo sin que los chicos terminen con caries.
Para empezar, lo ideal es mantener una dieta saludable, incluso durante las vacaciones. Los alimentos altos en azúcar y carbohidratos – dulces, galletas, snacks, refrescos – se deben pues son los grandes responsables de la caries dental. Cuando uno cede a la tentación, sin embargo, hay que saber compensarla.
“La buena higiene oral durante el día con el uso de hilo dental y pasta con fluoruro son las principales medidas de prevención de la caries”
Otro consejo es no permitir que el niño vaya a la cama sin cepillarse los dientes, pues la saliva disminuye durante el sueño y deja de actuar tan intensamente como un factor protector para inhibir la formación de la caries.
Cuando el niño pide ingerir bebidas dulces, se debe tomar en cuenta que, además del problema del azúcar, esta es sumamente ácida, lo que puede dañar el esmalte dental. Para consumirlo de una manera menos “agresiva” para los dientes, usa una pajilla. El líquido se va derecho hacia la garganta sin hacer tanto contacto con el esmalte dental.
Otro villano de la salud bucal, y uno de los predilectos de los niños, son los jugos industrializados, que llegan a tener una concentración mayor de azúcar que las sodas. “También contienen conservantes y aditivos que son perjudiciales para la salud. En lugar de las sodas, dale jugos de frutas naturales. También se puede optar por pulpas de frutas congeladas, pero revisa el empaque: no deben contener conservantes ni aditivos químicos ”
Fuente:terra.cl/saludbucal