Si sientes dolor en las piezas dentales, en la encía, en la mandíbula o hasta en la garganta, puede ser que estés con un absceso dental. Esta es una infección dolorosa, que puede aparecer tras una caries mal atendida, debido a un trauma en los dientes, la gingivitis o la enfermedad de las encías. El absceso dental se caracteriza por un diente infectado, que se llena de pus e inflama los tejidos alrededor de la pieza dental. Aunque el dolor puede ser fácilmente calmado, es importante tener mucho cuidado con esta dolencia, pues podría conllevar a la pérdida del diente. Ahora te aclaramos un poco más sobre esta molestia. El absceso dental puede ser una condición grave así que ¡ten cuidado y actúa con rapidez!
¿Cuáles son los síntomas de un absceso dental?
Dolor punzante en el diente afectado y dolor intenso al tacto, al morder y masticar. Encías rojas, hinchazón sobre la raíz del diente y más tarde en el aflojamiento del diente afectado.
Sale pus de la burbujita que se forma en la encía, lo que le da mal sabor a la boca, y por lo tanto, mal aliento. Si la infección se propaga a los tejidos circundantes, el rostro se podría desarrollar fiebre e hinchazón en el rostro.
¿Cómo prevenir el absceso dental?
La prevención es la mejor manera de evitar esta y otras molestias en la boca. El cepillado y el uso del hilo dental a diario reducen el riesgo de sufrir caries y otras inflamaciones. Si te das un golpe que se rompa o se astille un diente, es importante asistir a un especialista inmediatamente. Además, las visitas regulares al dentista son muy importantes para un buen chequeo de la boca.
Fuente: terra.com/saludbucal