Durante el embarazo es recomendable aumentar las visitas al dentista y acudir trimestralmente para prevenir posibles problemas y detectar alteraciones. En caso de que solo se pueda ir una vez, lo ideal es entre el cuarto y el sexto mes de gestación.
Hay que prestar especial atención a los problemas periodontales o de encías que se presentan de forma más habitual entre el tercer y octavo mes. Sobre todo si presentamos sangrado. Con motivo de los cambios hormonales, es más frecuente sufrir sangrado o enrojecimiento de encías, sobre todo a partir del tercer mes de embarazo. En caso de presentar esta patología, es recomendable acudir al dentista ya que estas enfermedades han sido relacionadas con un mayor riesgo de partos prematuros o bebés de bajo peso.
Otro elemento que perjudica a la salud dental, es la mayor frecuencia de“picoteo” durante el embarazo. Se suele abusar de chocolates, papas fritas, etc. Es aconsejable sustituir ese tipo de alimentos por otros más saludables, como por ejemplo, la fruta.
En esta época las náuseas y vómitos son muy frecuentes pudiendo provocar erosión dental, de ahí la importancia de acudir al odontólogo de forma recurrente para la realización de revisiones. Lo que no se recomienda en esta época es realizarse un blanqueamiento dental.
Derribando mitos
Lo primero que debemos saber es que es falso que durante la gestación se pierdan dientes o que el feto agote las reservas cálcicas de los dientes de la madre.
En segundo lugar, se pueden hacer radiografías dentales para la salud del feto y la madre pues el riesgo es muy bajo. Para ello solo se requiere el uso de un delantal de plomo protector. Asimismo, sí se puede hacer un tratamiento dental durante el embarazo. De hecho, es preferible hacerse un tratamiento antes que dejar que el episodio (ya sea infección, dolor o alguna enfermedad periodontal) continúe desarrollándose. La no realización del tratamiento en caso de necesidad puede ser más arriesgado que el tratamiento en sí mismo.
Fuente: www.mujer.es