Aproximadamente el 75 por ciento del mal aliento o “halitosis” es causado por la boca misma, otras causas incluyen problemas gástricos, infecciones de senos nasales o enfermedad severa de encías.
Uno de los logros clave al tratar el mal aliento es determinar la causa. Una vez que su profesional de la salud dental determina cuál es la causa, él puede entonces empezar su tratamiento1.
El mal aliento puede ser ocasionado por:
Factores Externos – alimentos tales como cebolla y ajo, bebidas como el café y alcohol y fumar
Mala higiene oral – donde la placa y los residuos de alimentos quedan en los dientes
Enfermedad oral – gingivitis y enfermedad periodontal
Dentaduras postizas – puede haber formación de placa y residuos de alimentos en las dentaduras, las cuales deben limpiarse a diario
Amígdalas – las áreas crípticas (surcos) en las amígdalas pueden permitir que los residuos de comida queden alojados en esta área
Infecciones del tracto respiratorio – infecciones de garganta, senos nasales y de pulmón
Boca seca (xerostomía) – puede ser ocasionada por problemas de glándulas salivales, medicamentos, respiración bucal, radioterapia y quimioterapia
Enfermedades sistémicas – la diabetes, enfermedades hepáticas, renales, pulmonares y de los senos nasales, así como desórdenes gastrointestinales
¿Cómo se relaciona la enfermedad oral con la enfermedad sistémica?
Una investigación reciente sugiere una relación entre la enfermedad oral y las enfermedades sistémicas (diabetes, enfermedad cardiovascular, infarto cerebral, infecciones respiratorias y la enfermedad de Alzheimer) y otras afecciones médicas.
Cuando se inflama el tejido gingival causando la presencia de la gingivitis, los mediadores inflamatorios llamados citoquinas que se encuentran en el tejido gingival pueden entrar a su flujo de saliva y también pueden ser aspiradas hacia los pulmones.
Las bacterias responsables de la enfermedad periodontal pueden también entrar en el sistema circulatorio alrededor de los dientes y viajar hacia otras partes del cuerpo. Las bacterias orales pueden causar infecciones secundarias o la inflamación de otros tejidos o sistemas de órganos en el cuerpo.
Fuente: terra.cl/saludbucal