Los pequeños comienzan a perder sus dientes de leche alrededor de los 6 años de edad, y este puede ser el inicio de un periodo traumático. Durante los siguientes cinco o seis años, los niños perderán todas las piezas de leche (20), que serán reemplazadas por 28 dientes nuevos permanentes.
A lo largo de esta etapa, cada pieza dental permanente comienza a disolver las raíces de los dientes de leche al crecer por debajo. Una vez que la raíz haya desaparecido, ¡su hijo tendrá un diente suelto! El objetivo es eliminarlo con lo mínimo posible de lágrimas y dolor.
Muchos padres no saben qué hacer cuándo el diente empieza a aflojarse ni cómo intervenir en este proceso, ya que desde el momento en el que el diente comienza a moverse hasta su desprendimiento total, pueden pasar algunos meses.
La recomendación de los expertos es que los dientes de leche deban caerse solos, ya que la presión que ejerce el nuevo diente es la que se encarga de aflojar el de leche. Sin embargo, muchos niños se sienten molestos cuando la pieza dental demora para soltarse. Ellos pueden sufrir dificultades para hablar y hasta para comer. En estos casos, una pequeña intervención parental no es una mala idea, pero hay que informarse sobre la mejor manera de sacarle el diente sin traumas.
Las técnicas populares de usar una cuerda o tirar del diente flojo con violencia no solo son incorrectas como pueden perjudicar seriamente los dientes nuevos del niño. Para saber la manera más adecuada, estos consejos te pueden ayudar:
1 – Cuando el niño se queje de que le molesta el diente flojo, lo primero que se debe hacer es lavarse las manos con agua y jabón y tocarle el diente. Muévelo suavemente con el dedo para evaluar cuan suelto está.
2 – Si el diente aún no está del todo suelto significa que no está listo para ser sacado. En este caso, lo mejor es explicarle al niño que tirar del diente en ese momento le podría causar sangrado y dolor. Lo mejor es esperar un poquito más.
3 – Si el diente luce bastante suelto y el padre o la madre evalúa que es hora de sacarlo, lo más indicado es ponerse una gasa alrededor del diente para tirarlo.
4- Sugiérele a tu hijo que mueva el diente con cuidado antes de girarlo para que no sienta ningún dolor asociado con el movimiento del diente.
5 – Luego de sacarle el diente, coloca un trozo limpio de gasa en el hueco de la boca del niño para detener cualquier sangrado y ayúdalo a enjuagarse la boca después de que deje de sangrar.
6-De todas maneras siempre es buenos que lleves a tus hijos a su dentista de forma periódica para que lo vaya evaluando durante su desarrollo bucal.
Fuente: Terra.cl