En el 70 por ciento de los casos en los que se transmite la caries al recién nacido existe una relación genética bacteriana entre madre e hijo.
Y es que, tener una correcta higiene dental, llevar una dieta equilibrada, evitar el tabaco y controlar la diabetes son aspectos fundamentales para tener una correcta salud oral y prevenir los problemas dentales propios del embarazo como, por ejemplo, las caries originadas por los cambios en la composición de la saliva y la gingivitis del embarazo que afecta al “70 por ciento” de las mujeres.
Además, durante la gestación la inflamación propia de la enfermedad peridontal puede verse agravada por los cambios vasculares y hormonales, pudiendo provocar, también, una tumoración benigna denominada ‘tumor de embarazo’ que normalmente suele desaparecer espontáneamente después del parto. Asimismo, aunque en menor medida, la erosión del esmalte afecta también a las embarazas (2%), especialmente cuando se producen las náuseas o los vómitos propios de los primeros meses de gestación.
Por todos estos motivos, Lacer y el Consejo General de Colegios de Dentistas de España han creado la Guía con el objetivo de aclarar las posibles dudas sobre los cuidados y tratamientos odontológicos que puedan realizarse y, además, recordar a los dentistas las principales pautas clínicas que deben tener en cuenta a la hora de tratar a estos pacientes.
Acudir al dentista antes del embarazo
En primer lugar, estos expertos recomiendan a las mujeres que quieran quedarse embarazadas que acudan antes a un dentista pata solucionar los problemas de salud dental que puedan tener y que pueden verse “agudizados” durante la gestación.
Así, una vez que se han quedado embarazadas, los especialistas aconsejan que acudan a un dentista en el segundo semestre del embarazo —entre la semana 14 y 21—, que se realicen un cepillado con pasta fluorada inmediatamente después de comer y al menos dos veces al día, utilicen seda dental una vez al día, y coman chicle sin azúcar y con xilitol después de las comidas debido a que ayudan a prevenir la caries en pacientes con alto riesgo cariogénico.
“Muchas mujeres sufren una disminución de la producción de la saliva durante el embarazo, por lo que es recomendable que usen chicles para favorecer dicha producción de saliva”, ha comentado Llodra Calvo, para destacar la importancia que tiene que estas mujeres tengan una dieta equilibrada, eviten alimentos y bebidas carbonatas y azucaradas, incluidas la leche y los zumos, se realicen enjuagues con agua y usen un colutorio de fluorado.
Respecto a las medidas preventivas que deben tener los dentistas a la hora de tratar a las mujeres embarazadas, los creadores de la Guía han destacado la importancia de colocarlas en una posición semisentada y con un cojín situado a la altura de las caderas, con el objetivo de prevenir la aspiración gástrica y el síndrome hipotensivo en decúbito supino que sufren entre el 15 y el 20 por ciento de las mujeres.
“Estos profesionales sanitarios tienen que tener en cuenta que las citas no deben durar más de 20 minutos y que, en el caso en el que se necesite realizar una radiografía, se proteja con un delantal el abdomen y con un collarín de plomo el cuello”, ha comentado el director médico de Lacer, tras asegurar que se pueden realizar radiografías —especialmente las digitales— a las embarazas siempre y cuando no sean en controles rutinarios y tengan un carácter de urgencia.
En este sentido, el experto ha recordado que las mujeres que están en periodo de gestación pueden tomar la mayoría de los fármacos, incluidos los antiinflamatorios, antibióticos o anestésicos locales, y ha aseverado que el óxido nitroso —utilizado para la sedación del paciente— no representa “riesgo” para la salud, siempre y cuando el especialista adopte unas “mínimas medidas preventivas”.
En cuanto a los cuidados que deben tener las madres con los niños recién nacidos, el Consejo General de Colegios de Dentistas de España ha recordado que la caries es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia y que, en muchas ocasiones, se transmite a través de la saliva de la madre porque “utiliza la cuchara del bebé para probar la comida o chupa su biberón para comprobar la temperatura”.
Por este motivo, han recomendado visitar al dentista a partir del primer año de edad, limpiar los dientes de leche con gasas o cepillos pediátricos ultrasuaves, no acostar al bebé con el biberón, cepillar la dentadura de los niños antes de dormir y realizar una valoración de riesgo de caries cuanto antes para programar un adecuado plan preventivo.
Fuente: www.20minutos.es